Este pequeño alojamiento, situado en una tranquila zona residencial de Izumisano, solía ser un dormitorio para estudiantes internacionales. Ha sido gestionado por una organización no gubernamental y ha sido un lugar de encuentro para muchos estudiantes internacionales. Con el tiempo, ha renacido como un punto de intercambio cultural arraigado en la región.
Además de cómodas habitaciones privadas, el edificio cuenta con áreas comunes como una cocina, sala de estar y un amplio salón. Aquí, los huéspedes de todo el mundo se reúnen para interactuar y experimentar la cultura de otros países personalmente. Se realizan eventos como compartir la cultura gastronómica a través de la cocina, clases de idiomas y presentaciones de música y artes escénicas.
Aunque no se ofrecen servicios detallados, se tiene la oportunidad de experimentar verdaderamente la vida cotidiana en hogares japoneses. Están previstas clases sencillas de japonés impartidas por voluntarios locales y clases de cocina casera con ingredientes de temporada. Es un lugar donde los visitantes pueden tener una valiosa experiencia cultural desde la perspectiva de los residentes.
De vez en cuando, se realizan actuaciones representativas de diferentes países en las áreas comunes, convirtiendo el lugar en un animado espacio festivo que trasciende las fronteras. Sin embargo, una vez que pasa ese momento bullicioso, la tranquilidad vuelve. Durante su estancia, podrán experimentar este flujo cambiante del tiempo.
Al compartir comidas y habitación, se fomenta no solo el conocimiento sino también la comprensión mutua. A través de la interacción entre los huéspedes y el personal, así como con los residentes locales, es posible adquirir una mente abierta y una gran tolerancia. Disfruten de una experiencia única en este lugar, que difiere de actividades turísticas o de ocio.
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