El pequeño templo Jorin-ji, ubicado en la ciudad de Nara, irradia una atmósfera tranquila y una profunda historia. A pesar de encontrarse en un vecindario residencial alejado de los principales lugares turísticos, sigue cautivando a mucha gente.
La estatua del Bodhisattva Jizo, ubicada en el salón principal de Jorin-ji, es un tesoro nacional y data de la era Nara. Con su cálida sonrisa y expresión apacible, esta estatua es una de las más preciadas de la prefectura. Se dice que la gruta donde se descubrió esta estatua se utilizaba en el pasado como lugar de práctica espiritual.
El propio salón principal de Jorin-ji es considerado un Tesoro Nacional, y su presencia transmite la espiritualidad de la arquitectura japonesa. La atención al detalle en su construcción es un testimonio del talento artesanal. Frente a este tranquilo salón, uno puede sumergirse en un eco que parece detener el tiempo.
En el recinto del templo hay un hermoso jardín bien cuidado lleno de flores que florecen en cada estación. También es conocido como un lugar para disfrutar de los cerezos en flor y el follaje otoñal, permitiendo experimentar la vívida expresión de la naturaleza. Al entrar, te espera un momento de paz lejos del bullicio de la ciudad.
En Jorin-ji, se ofrece la rara oportunidad de participar en la ceremonia matutina de 8:30 a 10:00. Esta experiencia te permite unirse a la ceremonia junto con el abad del templo en un entorno tranquilo, brindándote una perspectiva fresca y diferente a la vida diaria.
Jorin-ji, enclavado en las calles tranquilas de Nara, ofrece un espacio especial donde puedes aprender lecciones del budismo y crear recuerdos significativos. Cuando visites la antigua ciudad de Nara, asegúrate de visitar este pequeño templo que brilla como una joya.
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