Ubicado en el corazón de la ciudad de Sano, en la prefectura de Tochigi, el Templo Kōeiji recibe a los visitantes con un ambiente tranquilo. Este templo, con su importancia histórica y atractivo cultural, atrae no solo a los locales, sino también a visitantes de lejos.
Una de las características más fascinantes del Templo Kōeiji es su profunda conexión con las leyendas del Gran Maestro Kobo Daishi Kukai. Según la leyenda, en el proceso de buscar el sankosho lanzado desde Tang por Kukai, se encontró con un cazador acompañado por dos perros. Esta historia, que llevó a la fundación del Monte Koya, ocupa un lugar importante en la historia del budismo japonés.
En el Salón Principal del Templo Kōeiji se encuentra una vista inusual que no se ve en ningún otro lugar. Junto a la estatua de Kukai, se veneran estatuas de dos perros de Kishu, uno blanco y otro negro. Estas estatuas expresan visualmente la leyenda de la fundación del Monte Koya e impresionan profundamente a sus visitantes.
El Templo Kōeiji se cuenta como uno de los "Cien Templos Florales de Tōgoku", y cada temporada, hermosas flores decoran el recinto del templo. Aunque compacto, el jardín bien cuidado tranquiliza a los visitantes.
En el campanario del templo, los visitantes pueden tocar la campana ellos mismos. El sonido profundo es una experiencia especial que ayuda a olvidar el bullicio cotidiano y calma el alma.
El Templo Kōeiji es también un lugar atractivo para aquellos que disfrutan coleccionando sellos de Goshuin. Aquí puedes obtener el goshuin de los "Cien Templos Florales de Tōgoku" y el del Fukurokuju, uno de los Siete Dioses de la Buena Fortuna de Sano. Además, puedes recibir una postal conmemorativa, lo que lo hace ideal para crear recuerdos.
El Templo Kōeiji está situado en el centro de la ciudad de Sano, y el acceso mediante transporte público es relativamente fácil. Sin embargo, debido a que el templo no es muy grande, podría no ser adecuado para visitas grupales en autobuses grandes. Se recomienda verificar con anticipación.
El Templo Kōeiji, con su trasfondo histórico, estatuas budistas únicas y ambiente tranquilo, deja una profunda impresión en sus visitantes. Al visitar la ciudad de Sano, ¿por qué no pasar un tiempo tranquilo en este templo, una joya oculta? Experimentar la historia, contemplar el hermoso jardín y escuchar el sonido de la campana—. La experiencia en el Templo Kōeiji seguramente dejará una impresión duradera en tu corazón.