lugar de culto • 420 Higashiikejirichō, Kashihara, Nara 634-0021, Japón
Myōhō-ji es un templo fundado por Kibimitsu Makibi, conocido como un sabio de la era Nara, en agradecimiento por su seguro regreso de una misión diplomática a China. En el año 735, encargó a su hijo Zenjō Risshi la construcción del pabellón Kannon. Desde entonces, ha tallado 1300 años de historia.
La atracción principal de Myōhō-ji es sin duda su pabellón Kannon. Dentro del pabellón hay un zushi que alberga la figura principal del Bodhisattva Kannon. Lo notable es la rara formación de tres deidades, en la que están instalados a ambos lados el Bodhisattva Fugen y el Bodhisattva Monju. Además, se colocan también deidades guardianas de los animales del zodíaco, creando una atmósfera solemne.
Desafortunadamente, actualmente no se pueden mostrar debido a su estado deteriorado, pero el templo posee el valioso emaki titulado "Mikura Myōhō-ji Engi Emaki". Este rollo tiene secciones que coinciden con el contenido del Emaki en el Museo de Bellas Artes de Boston llamado "Kibi Daijin Nittō Emaki", y describe vívidamente la leyenda de Kibimitsu Makibi.
Una parte particularmente interesante de la leyenda de Kibimitsu Makibi es la historia donde una araña, considerada una manifestación del Bodhisattva Kannon, aparece. La anécdota cuenta que cuando Kibimitsu Makibi estaba perplejo por los complicados versos de Yamatai, al recitar el nombre de Kannon, una araña bajó del techo para desentrañar el significado de los versos, mostrando así la profunda conexión entre Myōhō-ji y la fe Kannon.
Myōhō-ji está situado en una pequeña colina, y se dice que el paisaje agrícola que se extiende al oeste es el remanente del antiguo estanque Inayori. Mirar este paisaje te invita a reflexionar sobre el Japón antiguo. Además, hay una estela poética del príncipe Ōtsu, ejecutado por traición, lo que le añade peso histórico.
Myōhō-ji se distingue por su atmósfera tranquila, en contraste con los bulliciosos destinos turísticos. Sin embargo, es precisamente en esta tranquilidad donde puedes sentir la fuerza perdurable de la fe transmitida a lo largo de la larga historia del templo. Es especialmente notable el Buda protector "Bokehiyoke Jizōson" y "Kōmyō Fudō", creídos para curar enfermedades oculares, que atraen a muchos visitantes.
Una visita a Myōhō-ji ofrece una experiencia valiosa de conexión con la historia, la cultura y la profundidad de la fe japonesa. ¿Por qué no experimentarlo y sentir la respiración de la historia en este antiguo y silencioso templo que ha sido transmitido a lo largo de 1300 años junto con la voluntad de Kibimitsu Makibi?