Al pasear por las calles de Kioto, se encuentran pequeños callejones en todas partes. En un rincón de uno de esos callejones, se encuentra una casa japonesa con encanto, la posada Kinkadō. A simple vista, es una casa antigua sin nada inusual, pero una vez adentro, te sumerges en un elegante espacio japonés, donde el tiempo parece detenerse, creando una atmósfera única y fuera de lo común.
La posada Kinkadō es una casa de huéspedes remodelada desde una casa tradicional de Kioto que encarna la esencia de Kioto. Con sus puertas corredizas de papel y madera, sus celosías y su tokonoma, conserva la elegancia de las antiguas viviendas japonesas. Las habitaciones de los huéspedes son pequeñas habitaciones individuales en el segundo piso, pero puedes disfrutar libremente del amplio balcón y las áreas comunes.
El encanto especial de una posada radica en el encuentro entre viajeros. En la posada Kinkadō se reúnen viajeros de todo el mundo. A veces puedes compartir té y conversaciones extranjeras en la sala de estar. Esto puede añadir un toque especial a tus recuerdos de Kioto.
La posada Kinkadō se encuentra en una zona residencial tranquila en el distrito de Yamashina, con un acceso conveniente a los lugares turísticos de Kioto. A solo 25 minutos en metro, puedes llegar fácilmente al templo Kiyomizu, la calle Ninen-zaka... Aunque la posada está un poco alejada del centro, caminar entre los viajes puede hacerte descubrir otros aspectos de Kioto.
Con un encanto irresistible para los aventureros, la posada Kinkadō es un refugio ideal. Te sugerimos este lugar no solo para experimentar Kioto, sino también para tener la oportunidad de hacer nuevos encuentros, recomendado para aquellos que deseen disfrutar de una experiencia fuera de lo común.