Un pequeño letrero que se alza en un rincón de la ciudad. Esa es la entrada a este maravilloso café. Al abrir la puerta, te adentras en un mundo diferente al cotidiano. El sonido suave del jazz que emana de los discos reconfortará tu corazón.
El interior del local, rodeado de muebles retro, parece como si el tiempo se hubiera detenido. Si tomas un libro de la estantería y te relajas en el cómodo sofá, te sentirás como si te hubieras perdido en otro mundo. Disfruta de un tiempo lujoso dedicado a perderse en tu libro favorito mientras escuchas jazz.
La carta de bebidas también incluye selecciones especiales. Si eliges una taza de café orgánico o de la mezcla especial del dueño, o un té o chai, adentrarás aún más tu tiempo. Tampoco te pierdas los postres. Seguramente estarás satisfecho, sea cual sea tu elección: la tarta de queso vasca húmeda, el amargo scone o la tarta de estación.
Si prefieres la noche, también puedes disfrutar de un momento lento con una copa en la mano. El whisky escocés, japonés, americano, irlandés y más son muy variados. Es un espacio misterioso que, aunque sea una cafetería, te da la sensación de estar en un bar.
Este café es como un refugio tranquilo y sofisticado, escondido en un rincón de la ciudad. Si vas una vez, seguramente encontrarás el atractivo que te incita a convertirlo en tu lugar habitual.