Tranquilamente situado entre las montañas de la ciudad de Uda, en la prefectura de Nara, el Santuario Kaiba está dedicado al dios Ōyamatsumi-no-Mikoto. Este santuario, que ha trazado una larga historia como el santuario protector del Templo Kaichōji, emana una atmósfera mística donde la naturaleza y la fe se entrelazan.
El Santuario Kaiba tiene interesantes leyendas. Se dice que en el pasado, cuando un aldeano fue atacado por zorros en la montaña Kaiba, apareció un dios y lo salvó. Desde entonces, los residentes del área han honrado a Ōyamatsumi-no-Mikoto, el dios de la montaña, como su deidad tutelar.
A la derecha del salón principal hay un gran Iwakura que parece contar la historia del santuario. Debajo de él se encuentra un pequeño santuario que recuerda la época en que la montaña Kaiba era en sí misma el objeto de adoración.
En el cercano Templo Kaichōji, desde finales de otoño hasta principios de invierno, se extiende una espectacular alfombra de ginkgo. Desde mediados de noviembre hasta diciembre, el recinto, teñido de dorado, deleita la vista de los visitantes.
Para llegar al santuario, hay que subir un estrecho camino de montaña. Hay un espacio de estacionamiento donde caben de 5 a 6 vehículos, lo que permite una visita tranquila. En este entorno tranquilo rodeado de naturaleza, se puede dedicar una oración en silencio y paz.
El Santuario Kaiba es un lugar especial donde se puede experimentar un encuentro místico con el dios de la montaña. La atmósfera única creada por la naturaleza y la fe sana el corazón de los visitantes y les ofrece nuevos descubrimientos. En este santuario situado en el corazón de las montañas de Nara, ¿no te gustaría disfrutar de un encuentro tranquilo con el dios de la montaña?