Una apariencia encantadora que parece sacada de una casa de juguete, que se yergue en una esquina de un barrio residencial. Se siente como si hubieras entrado en un sueño, envuelto por una apariencia kawaii. Al abrir la puerta, te encontrarás en un mundo completamente diferente.
Frente a la ventana se extiende la Bahía de Osaka, y en la lejanía se vislumbra el Aeropuerto de Kansai y el Puente Akashi-Kaikyo. Alejándose del bullicio de la ciudad, es un lugar ideal para dialogar con la naturaleza. Desde el interior del local, contempla el mar y disfruta de un tiempo relajado que corre placenteramente.
Pastel de manzana recién horneado con abundante caramelo, suave pastel de queso horneado y café aromático. Todos los postres y bebidas, exquisitos y hechos a mano, deslumbran con la habilidad y pasión del artesano.
El interior de esta pequeña casa de un solo piso es un espacio acogedor que relaja automáticamente. Envuelto en el calor de la estufa de leña y un ambiente hawaiano, el tiempo transcurre de forma relajada. Si te sientas en el mostrador, es posible que sientas la alegría de la vista al mar, que dista de lo que se espera en la ciudad.
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