Los restos del Castillo Aoyagi están ubicados en el pueblo de Chikuhoku, distrito Higashichikuma de la prefectura de Nagano. Este castillo, construido por la familia Aoyagi, una rama del clan Omi, fue testigo de la turbulenta historia de las luchas por la hegemonía de Shinano, incluyendo las familias Takeda, Uesugi y Ogasawara.
Ubicado en la cima de una montaña a una altitud de 905 metros, las ruinas del castillo conservan bien las características de una fortaleza de montaña de la era Sengoku, incluyendo fosos, muros de contención y muros de piedra. Particularmente impresionantes son:
Al recorrer estas ruinas, puedes vislumbrar la sabiduría y la ingeniosidad de los guerreros de la era Sengoku.
La mayor atracción de los restos del Castillo Aoyagi es, sin duda, la vista desde el área principal. En los días claros, se pueden ver las majestuosas montañas de los Alpes del Norte en todo su esplendor.
Se recomienda especialmente visitar por la mañana. La vista de los Alpes del Norte iluminados por el sol de la mañana es una escena verdaderamente digna de llamarse impresionante. Combinado con el paisaje rural de la montaña, seguramente sanará el alma de los visitantes.
Se puede acceder a los restos del Castillo Aoyagi caminando desde el estacionamiento del Parque del Castillo Aoyagi. Desde el estacionamiento hasta el área principal se tarda unos 40 minutos a pie. Durante el recorrido, también se puede disfrutar de vistas de los Alpes del Norte desde los campos de repollo, por lo que se recomienda caminar tranquilamente.
Puntos a tener en cuenta:
Los restos del Castillo Aoyagi muestran diferentes encantos en cada estación:
No importa en qué temporada los visites, podrás disfrutar de la belleza natural de cada momento.
Los restos del Castillo Aoyagi son un atractivo turístico oculto en Shinshu, donde se fusionan las ruinas de una fortaleza de montaña de la era Sengoku y vistas impresionantes. Es un lugar recomendado no solo para los aficionados a la historia, sino también para los amantes del senderismo y la fotografía. En medio de una montaña tranquila, puedes reflexionar sobre la historia de la era Sengoku mientras disfrutas de las vistas impresionantes de la naturaleza: ese es el lujo que ofrece los restos del Castillo Aoyagi.