La Cascada Oyako, situada en lo profundo de Matsumoto, Nagano, es una obra de arte natural que atrae a los visitantes. Ubicada inesperadamente a lo largo de la Ruta Nacional 158, esta cascada, que consta de dos cascadas grandes y pequeñas, impresiona con su apariencia de caer una junto a la otra, como su nombre indica.
El encanto de la Cascada Oyako cambia según la temporada. En primavera, hay un nuevo verdor, en verano, el fresco rocío de agua, en otoño, las hojas rojas y amarillas, y en invierno, las cascadas heladas. Especialmente durante la temporada de otoño, los árboles que rodean la cascada se tiñen de colores, creando un espectacular paisaje.
Una de las atracciones de la Cascada Oyako es su accesibilidad. Al estar ubicada a lo largo de la carretera, se puede disfrutar desde la ventana del coche. No es necesario caminar por caminos de montaña, por lo que es un destino turístico popular por su facilidad de acceso.
Para los amantes de la fotografía, la Cascada Oyako es un sujeto atractivo. El paisaje tejido por la cascada y la naturaleza circundante permite capturar imágenes hermosas en cualquier temporada. Sin embargo, ten en cuenta que es un lugar con mucho tráfico, así que asegúrate de tu seguridad.
Si tienes suerte, podrías encontrarte con monos salvajes cerca de la Cascada Oyako. Por supuesto, mantén una distancia adecuada de los animales y no les des alimentos.
La Cascada Oyako es un lugar precioso donde puedes experimentar la gran naturaleza de Okuhida fácilmente. Si visitas Nagano, asegúrate de pasar por allí. Escucha el murmullo de la cascada y siente el poder de la naturaleza, lo que te permitirá olvidarte del bullicio de la vida cotidiana.