Ubicado en la ciudad de Miyako, en la prefectura de Iwate, Sainokawara es un único destino turístico que fusiona la tradicional filosofía budista japonesa con la salvaje belleza natural. El escenario de piedras planas esparcidas evoca las almas de los niños fallecidos apilando piedras, dejando una profunda impresión en el corazón de los visitantes.
El origen del nombre Sainokawara tiene un contexto cultural interesante. En la filosofía budista japonesa, se cree que los niños fallecidos apilan piedras para expresar sus sentimientos hacia sus padres. Este lugar parece proyectar esa leyenda en el mundo real. Los visitantes pueden apilar piedras en silencio y reflexionar sobre la vida, la muerte y el amor.
El paisaje de Sainokawara, con su rocosa superficie y el sonido de las olas, es una verdadera obra de arte natural. Caminando por el sendero que parte desde Jodogahama, uno se va cautivando progresivamente con los cambiantes paisajes. En particular, el atardecer en Sainokawara, con su contraste entre el cielo teñido de naranja y las rocas, es hermoso y popular como punto fotográfico.
La quietud de Sainokawara limpia el corazón de los visitantes y provoca una profunda introspección. Aquí, simplemente sentándose y escuchando el sonido de las olas, se puede alejar del bullicio cotidiano y pasar un valioso tiempo conectando consigo mismo. Para los amantes de la meditación, puede ser un lugar celestial.
Se puede llegar a Sainokawara caminando desde Jodogahama a través del sendero. Sin embargo, se recomienda prepararse con calzado cómodo para caminar debido al terreno rocoso. También es importante tener precaución con la seguridad, ya que las olas pueden ser altas dependiendo del clima.
Sainokawara es un lugar especial que combina la poderosa naturaleza con la cultura japonesa, resonando profundamente en el corazón. La experiencia aquí seguramente se grabará profundamente en tu corazón. ¿Por qué no reflexionar sobre la vida mientras apilas piedras en silencio?