Un pequeño restaurante escondido en una esquina de Kochi. Al adentrarse en una antigua casa de madera sin ni siquiera un letrero, uno encuentra un espacio de calma absoluta. Mientras se envuelve en la agradable melodía del jazz, se sirven cuidadosamente platos exquisitos que son como obras de arte.
Una serie de platos excelentes que aprovechan totalmente los ingredientes de temporada. Desde la lubina y su cría hasta la anguila blanca a la parrilla, pasando por la tortilla de atún de Tosajiro, cada uno tiene un sabor que llega al corazón. Incluso las guarniciones de verduras y encurtidos muestran un exquisitez y una atención al detalle excepcionales. Se siente como si fueran obras de arte imbuidas del apasionado deseo del cocinero.
El interior del local, que a pesar de su apariencia tosca está refinadamente diseñado, es realmente un refugio para adultos. Puede que al principio parezca un poco brusco debido a la discreta consideración del maestro. Sin embargo, detrás de esa apariencia se esconde una personalidad profundamente cautivadora. Dado que se trabaja solo con reservas, se puede ver lo popular que es este lugar.
El compañero perfecto para estas delicias es el licor de ciruela casero del dueño. Su aroma y acidez envuelven la boca con cada sorbo. Es verdaderamente una obra maestra digna de acompañar a cualquier trago. Un solo sorbo bastará para captar su grandeza.
Aunque es difícil de notar desde fuera debido a la falta de letrero, descubrirá la alegría de encontrar este tesoro oculto de Kochi. Sin duda, se disfrutará de una experiencia memorable extraordinaria. Le invitamos a visitar con ocasión de aniversarios u ocasiones especiales.
Provided by Google