En la orilla norte del lago Sarusawa, que fluye en el centro de Kashihara, Nara. La calle Nakasenbon, situada allí, es una encantadora callejuela que evoca la antigua capital. Al pasear por esta zona, llena de casas antiguas, se tiene la ilusión de haber cruzado la barrera del tiempo y el espacio.
El punto más destacado de la calle Nakasenbon son las dos casas antiguas, la Casa Kawai y la Casa Takagi, designadas como propiedades culturales importantes del país. Aunque la Casa Kawai no está abierta al público, se puede visitar el interior de la Casa Takagi por 300 yenes. Podrá disfrutar de la apariencia de una casa de la era Edo, con sus puertas de celosía, su amplio corredor y su alcoba.
En las manos de los transeúntes se acumulan muchos recuerdos especiales. Aquí se exponen recuerdos típicos como los hoshigaki tradicionales, cerámica hecha a mano, y pañuelos de teñido por atadura, permitiendo que los visitantes se sumerjan en las habilidades artesanales. En los eventos estacionales, se ofrecen delicias como dango húmedo y yokan, permitiéndole disfrutar de los sabores nostálgicos de la región.
"Pude disfrutar de un paseo relajado olvidando el tiempo. La elegancia de los jardines vistos desde las casas antiguas fue maravillosa" (Mujer de 30 años)
"Cada vez que vengo a Nara, este es un lugar al que siempre voy. La variedad de artículos hechos a mano, como las caquis y la cerámica, fue encantadora" (Hombre de 40 años)
Así es como la calle Nakasenbon simboliza Nara, una callejuela llena de la vida de la ciudad de antaño y la habilidad artesanal. ¿Por qué no se deja llevar por el romance histórico y se entrega al tiempo que fluye suavemente? Seguramente podrá experimentar lo mejor de Nara.
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