hito histórico • Miyanomae Shiboucho, Komatsushima, Tokushima 773-0009, Japón
En la ciudad de Komatsushima, Tokushima, se encuentra el tranquilo 'Monte Hata'. Esta pequeña colina es conocida como un lugar asociado con el legendario guerrero Minamoto no Yoshitsune, quien está inscrito en la historia de Japón. Se dice que durante la batalla de Genpei, Yoshitsune levantó una bandera blanca aquí para elevar la moral de sus tropas, y esta leyenda dio origen al nombre de este lugar.
Cuando llegues a la cumbre del Monte Hata, lo primero que llama la atención es la imponente estatua ecuestre de Minamoto no Yoshitsune. Su gran tamaño e impacto asombran a los visitantes, creando una ilusión de que Yoshitsune podría de repente cabalgar a través de los 800 años de historia.
En el Monte Hata, además de la estatua de Yoshitsune, se encuentran tres santuarios: Hachiman, Oji y Myoken. Cada uno emite un ambiente único, creando un espacio místico donde se entrelazan historia y fe.
Lamentablemente, el Monte Hata no tiene un estacionamiento dedicado. Tendrás que estacionar en espacios vacíos cercanos y, por supuesto, ser considerado con los locales. Además, la escalera hacia la cima es bastante empinada, por lo que quienes no confíen en su condición física, los ancianos y los acompañados de niños deben tener cuidado.
En la ciudad de Komatsushima, hay varios lugares asociados con Yoshitsune dispersos. Visitando estos lugares junto con el Monte Hata, puedes revivir la escena de la batalla de Genpei. Además, las costas cercanas ofrecen vistas tranquilas del mar interior de Seto.
A primera vista, el Monte Hata podría parecer solo una pequeña colina. Sin embargo, aquí se encuentra grabado un capítulo de la historia japonesa. La imponente figura de Minamoto no Yoshitsune, los tres santuarios y el paisaje rural circundante crean un paisaje que deja una impresión duradera en los corazones de los visitantes. Este es un lugar escondido recomendado para aquellos apasionados de la historia así como para aquellos que buscan pasar un tiempo tranquilo. ¿Por qué no emprender un viaje a través del tiempo de 800 años en el Monte Hata?