lugar de culto • 2-chōme-39-6 Oshiage, Sumida City, Tokyo 131-0045, Japón
Ubicado al noreste de la Tokyo Skytree, el Santuario de Hōboku Inari es un espacio místico que se encuentra en medio de un entorno de tranquilidad, lejos del bullicio urbano. A pesar de su tamaño compacto, los terrenos del santuario están cuidadosamente mantenidos y envuelven a los visitantes en una atmósfera serena.
En el centro del santuario se erige un enorme árbol de ginkgo, conocido como el árbol sagrado más grande de Sumida. Su majestuosa presencia narra la larga historia del Santuario de Hōboku Inari. Las hojas del ginkgo cambian de color según la estación, ofreciendo un deleite visual a aquellos que lo visitan.
El árbol sagrado encierra en su corteza una interesante historia. Durante la Segunda Guerra Mundial, el tronco del árbol se quemó en un incendio, pero de manera misteriosa apareció la figura de un zorro. Desde el pabellón de agua, si se observa desde cierto ángulo, aún se puede ver la imagen del zorro. Este fenómeno misterioso realza aún más la mística del santuario.
Para aquellos que disfrutan coleccionando goshuin, este es un lugar ideal. En la oficina del santuario, es posible obtener goshuin escritos a mano con esmero. Además, también hay disponibles goshuin especiales, lo que permite una experiencia más profunda del santuario.
El santuario se encuentra a diez minutos a pie de las estaciones Oshiage y Hikifune, lo que lo convierte en un lugar de fácil acceso. En los alrededores también se encuentra el Santuario Takagi, por lo que se puede disfrutar de un recorrido por múltiples santuarios. Además, la Tokyo Skytree está cerca, por lo que es recomendable visitarlo durante las excursiones turísticas.
El Santuario de Hōboku Inari es amado por los residentes locales por su atmósfera tranquila y su abundante vegetación. Es un oasis preciado que ofrece un respiro del bullicio de la ciudad.
El Santuario de Hōboku Inari, ubicado en el centro de Tokio, ofrece un espacio místico tejido por la historia y la naturaleza. Con su enorme árbol de ginkgo, la milagrosa historia del zorro que sobrevivió a la guerra y sus terrenos cuidadosamente mantenidos, encanta a todos sus visitantes. Durante tu recorrido por Tokio, asegúrate de visitar este santuario, una joya oculta que seguramente te brindará una experiencia renovadora.