El santuario de Sanno se mantiene en lo alto de una colina que domina la ciudad de Hikone. Este santuario, construido en 1623 a principios de la era Edo, fue dedicado por el señor feudal Naomasa Ii como el dios protector del Castillo de Hikone. El imponente santuario, tallado en una gran roca, transmite a los visitantes el peso del tiempo.
La familia Ii ha mantenido una profunda devoción por el dios Sanno a lo largo de las generaciones. Sanno es conocido como el dios de la prosperidad militar y ha sido considerado como el protector de las familias guerreras. Naomasa Ii construyó el santuario de Sanno en este lugar con la esperanza de la paz y prosperidad del feudo de Hikone, y cada señor feudal sucesivo ha continuado rezando por la protección divina de Sanno.
El santuario de Sanno, construido en piedra, muestra un escenario encantador durante las cuatro estaciones. Los tonos de verde en primavera, la sombra fresca en verano, el follaje rojizo en otoño y el paisaje nevado en invierno. En cada estación, el santuario presenta una apariencia diferente, fascinando a quienes lo visitan.
Pasear tranquilamente por los terrenos serenos del santuario de Sanno seguramente invitará a reflexionar sobre el peso de la historia y la devoción de los antepasados. ¿Por qué no tomarse un tiempo tranquilo lejos de la bulliciosa ciudad para encontrar un nuevo descubrimiento? Las historias transmitidas por el santuario de Sanno podrían otorgarnos nuevas percepciones para vivir el presente.