lugar de culto • 3-chōme-10-18 Higashirokugō, Ota City, Tokyo 144-0046, Japón
El Santuario Rokugo es un santuario de larga data fundado en 1191, a finales del período Heian. Está ubicado en Higashi-Rokugo, Ota, Tokio, y ha sido un sitio sagrado querido por las personas locales durante mucho tiempo. A pesar de estar a solo unos 10 minutos a pie desde la estación Keikyu Rokugodote, emana una atmósfera tranquila.
El recinto es espacioso y está mantenido limpio. El salón principal es de una construcción simple pero majestuosa, brindando un ambiente sagrado a los visitantes. Cabe destacar el puente sobre el Canal Rokugo que permanece delante del torii opuesto a la Ruta Nacional 1. Este puente es un valioso vestigio que cuenta la larga historia del santuario y la importancia de los recursos hídricos locales.
Al lado del Santuario Rokugo hay un jardín de infancia, y durante las visitas se pueden escuchar las voces alegres de los niños. Esto muestra que el santuario no solo funciona como un lugar de fe, sino también como un centro de educación y crianza comunitaria. Es querido como un área de juegos para los niños y un lugar que trasciende generaciones.
El festival anual es un gran evento comunitario. En el reciente festival, que se celebró por primera vez en cinco años, abundaban los puestos en el pequeño recinto, creando un ambiente festivo. Además, también se otorgan goshuin, un recuerdo popular entre los visitantes.
Muchos visitantes testifican que sienten un poder especial del Santuario Rokugo. La fuerza acumulada de la fe a lo largo de su larga historia parece envolver a los visitantes. Incluso aquellos que lo visitan después de mucho tiempo desde su infancia expresan una renovada conmoción por su ambiente.
Con una ubicación conveniente a solo unos 10 minutos a pie desde la estación de Keikyu Rokugodote, está abierto las 24 horas, permitiendo visitas en cualquier momento. Es un lugar perfecto para alejarse del bullicio de la ciudad y calmar el espíritu.
El Santuario Rokugo es una joya escondida en Ota, donde la historia eterna y la vida moderna se armonizan. Visitando este santuario, protegido y amado por la comunidad local, puedes sentir la profundidad de la cultura tradicional y la fe japonesa. En este tranquilo ambiente, se conserva el poder sagrado transmitido a lo largo de mil años. ¿Por qué no visitar y experimentar esta atmósfera especial?