hito histórico • 1-1 Ōsakajō, Chuo Ward, Osaka, 540-0002, Japón
Una de las atracciones para los turistas que visitan el Castillo de Osaka es el gran cañón colocado en el foso. Con su imponente presencia, es apodado cariñosamente como 'el padrino del castillo'. Este cañón no es simplemente una decoración, sino un valioso arma que una vez estuvo en la primera línea de batalla.
Este cañón fue fabricado en 1863 por los fundidores del feudo de Tsuyama, encabezados por Hyakusa Kiyozaburo. En aquel entonces, la tecnología de fundición estaba altamente desarrollada, creando armas de fuego sofisticadas y poderosas. Con un peso de alrededor de 2 toneladas, este cañón puede considerarse una obra maestra de la tecnología de fundición.
Después de la Restauración Meiji, el cañón fue trasladado al interior del Castillo de Osaka y se usó como reloj de campana para las horas del día. Incluso en tiempos de paz después de la guerra, su presencia nunca fue olvidada. Como testigo viviente de la historia, sigue contando historias a las personas de hoy en día.
El cañón del Castillo de Osaka cuenta la tristeza de la guerra y la importancia de la paz. La gente aprende sobre el horror de las armas a la vez que comprende que el papel de las armas llegará a su fin. La existencia de este cañón es una valiosa lección para preservar la paz.
Hoy en día, el cañón solo cumple la función de reloj de campana, marcando las horas. Sin embargo, tenemos la responsabilidad de aprender del pasado, sembrar la semilla de la paz para el futuro. Heredar la historia oculta en el cañón y transmitirla a las generaciones futuras es lo más importante.
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