lugar de culto • 94 Yoshiichō Naoya, Sasebo, Nagasaki 859-6305, Japón
El Monte Ishibashi Gohashi Kannonji, situado en las montañas de Sasebo, Prefectura de Nagasaki, es un lugar místico que encanta a quienes lo visitan. Es un lugar que verdaderamente merece ser llamado una joya escondida, donde el impresionante paisaje creado por la naturaleza y la fe transmitida desde la antigüedad se armonizan maravillosamente.
El puente de piedra que se extiende en la parte posterior del Templo Gohashi Kannonji es una verdadera obra de arte creada por la naturaleza. La vista de los dos puentes de piedra que se alinean como resultado del colapso del techo de una cueva marina de 20 metros de altura es simplemente impresionante. Esta vista, considerada una de las Ocho Escenas de Hirado, ofrece una profunda impresión a quienes la visitan. Se dice que durante la temporada de hojas de otoño, el paisaje circundante se vuelve aún más hermoso.
El Templo Gohashi Kannonji tiene una historia interesante. Se dice que la estatua de Kannon fue esculpida por Gyōki a partir de un tronco flotante luminoso encontrado en la bahía de Sasebo y consagrada en este lugar. Esta estatua de Kannon sigue siendo venerada y recibe la devoción de muchos peregrinos.
Dentro del recinto se encuentran varios puntos de interés que incluyen, entre otros, la estatua principal del Bodhisattva Kannon, la estatua de Nio en el santuario interior, y adorables estatuas de Jizo y de piedra. La atmósfera única creada por estas estatuas situadas en acantilados rocosos ofrece un espacio extraordinario como si el tiempo se hubiera detenido.
Es necesario tener un poco de precaución al acceder al Templo Gohashi Kannonji. Como las carreteras son estrechas, tenga mucho cuidado al conducir. Sin embargo, el estacionamiento está bien equipado y es espacioso, por lo que una vez que llegue, puede visitar el templo de manera tranquila.
El Monte Ishibashi Gohashi Kannonji es una joya escondida en Sasebo donde la maravilla natural y la fe de las personas se armonizan de manera impresionante. Además de disfrutar de la belleza de cada estación, es un lugar sagrado donde se puede ofrecer oraciones en silencio. Es un destino recomendado para aquellos que desean alejarse del bullicio urbano y refrescar cuerpo y mente.
¿Por qué no disfrutar de un tiempo tranquilo mientras se deja encantar por la belleza natural y se siente el aliento de la historia? Sin duda, será una experiencia magnífica que quedará grabada en su memoria.