atracción turística • 8 Sunport, Takamatsu, Kagawa 760-0019, Japón
Las islas de Okinawa son como joyas esparcidas en el océano Pacífico subtropical. Ishigaki, Miyako, Kumejima, entre otras, estas islas verdes están rodeadas por un mar azul esmeralda deslumbrante. En ellas, la hermosa naturaleza registrada como patrimonio de la humanidad abunda.
Bañado por el sol del trópico, el Castillo de Shuri, con sus tejas rojas brillantes, es impresionante con su majestuosa apariencia. Mientras paseas relajadamente, trata de imaginar el alma del reino de Ryukyu impregnada en este lugar.
Por ejemplo, la playa de Onna en el pueblo de Yomitan, entre otras, hay muchas playas de arena blanca y esmeralda. La espuma blanca de las olas se destaca en el mar y el cielo azul brillante. Debería relajarte al contemplar este paisaje no cotidiano, como si estuvieras en un planeta diferente.
Tampoco puedes perderte los platos tradicionales, que son el alma de Okinawa. Platillos como Goya champuru, Rafute, Hirayachi tienen un sabor simple pero profundo que concentra la historia de las islas. Con cada bocado, sentirás los rayos de sol y la brisa marina del trópico.
Por eso, es natural que todos anhelemos la paz. Una vez que visites Okinawa, es posible que también desees hacer una parada en el lugar de la batalla de la dura guerra de Okinawa, donde podrás reflexionar sobre la tragedia de la guerra y la importancia de la vida.
Las islas flotantes en el Pacífico son verdaderamente un paraíso rebosante de encanto. La gran naturaleza subtropical, la antigua capital de un reino, la playa de arena blanca y la oración por la paz. En Okinawa, hay elementos que cautivarán el corazón de todo viajero.