La carretera que conduce desde el lago Chuzenji, el lugar más hermoso de Nikko, hasta la cuesta de Iroha es verdaderamente una obra maestra de la naturaleza. Este espectacular recorrido escénico cuenta con 48 curvas pronunciadas y le permite disfrutar de la belleza del paisaje de Nikko en constante cambio a lo largo de las estaciones del año.
El mayor atractivo de la cuesta de Iroha son las 48 curvas pronunciadas de las que proviene su nombre. Desde la ventana del automóvil, se suceden las vistas del lago Chuzenji y las montañas, ofreciendo un paisaje panorámico maravilloso. También es conocida como un lugar para disfrutar del intenso verdor de la primavera y de las coloridas hojas de otoño.
La pendiente pronunciada de unos 600 metros de altura requiere una atención especial al conducir para el público en general. Sin embargo, los conductores de autobuses de ruta son conocidos por su habilidad para doblar las curvas con rapidez y destreza. Se recomienda tomar precauciones de movimiento para aquellos propensos a mareos por el movimiento.
En invierno, es imprescindible el uso de neumáticos para nieve y antideslizantes. Es necesario mantener una velocidad moderada y prestar atención a las señales de prohibición de adelantamiento. Sin embargo, la maravillosa vista y la sensación de emoción compensarán con creces cualquier esfuerzo. La cuesta de Iroha, muy popular como lugar para hacer paradas y tomar fotos en el transcurso de un viaje en automóvil, es sin duda uno de los lugares pintorescos más representativos de Nikko.
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