El Mar de Árboles de Aokigahara se extiende al pie del monte Fuji. En su interior se encuentra la Cueva de Viento de Fuji, un espacio místico creado a lo largo del tiempo por la naturaleza. Esta cueva formada durante el enfriamiento de las corrientes de lava mantiene un entorno asombroso donde el hielo no se derrite ni siquiera en verano.
Al adentrarse en la cueva, parece un mundo diferente. En la oscuridad total, solo se puede confiar en la luz del faro. El suelo está cubierto de hielo, y se pueden ver carámbanos colgando de las paredes, como un palacio de hielo subterráneo. También quedan restos de vagonetas y cabañas de la era Taisho utilizadas para la industria sericícola, lo que te hace sentir como si hubieras viajado en el tiempo.
La Cueva de Viento de Fuji está designada como una zona protegida, por lo que no se puede entrar sin permiso. Sin embargo, esto le añade un atractivo único. Al participar en un tour con guías especializados, puedes disfrutar de una auténtica experiencia de exploración que no se puede vivir en un simple lugar turístico.
La Cueva de Viento de Fuji es una colección de tesoros de la geología y la biología, incluyendo el proceso de formación de las cuevas de lava y los ecosistemas creados por el microclima único. Al caminar mientras escuchas las explicaciones del guía, tanto adultos como niños desarrollarán un interés más profundo en las ciencias naturales.
La Cueva de Viento de Fuji es un lugar único donde se puede experimentar la naturaleza en su forma más pura, distintiva de las áreas turísticas desarrolladas. Es un lugar donde puedes disfrutar de la emoción de la exploración y simultáneamente aprender sobre ciencias naturales, proporcionando una experiencia verdaderamente enriquecedora.