A continuación se presenta un borrador de un artículo turístico que describe el santuario Enjou en la prefectura de Nara.
El santuario Enjou se encuentra en una colina en la ciudad de Nara, es un antiguo templo ancestral. También conocido como "Yamamura Gosho", es un santuario asociado con la familia imperial. En parte de la obra maestra de Yukio Mishima "El mar fértil", este santuario se considera un escenario importante para el "templo de Gesshu".
Al visitar el santuario Enjou, lo primero que atrae la atención es el hermoso camino interior que conduce al recinto. Este pequeño sendero empedrado sigue una curva natural, reflejando la gracia de las cuatro estaciones. Al caminar por este camino durante todo el año, se envolverá en una agradable paz, olvidando el bullicio de la vida cotidiana.
Lamentablemente, el acceso a la sala principal del santuario Enjou no está permitido para los visitantes generales. Sin embargo, desde el majestuoso portal, aún se puede vislumbrar una parte del recinto, armonizando el verde del césped y el blanco de la grava. Al reflexionar en el entorno cerrado, es posible imaginar el mundo de las monjas dirigentes que se alzan impetuosamente.
En una esquina del terreno del santuario Enjou se encuentra el lugar de entierro de generaciones de monjas dirigentes. Aquí, puede recordar la vida de estas monjas desde su nacimiento hasta su fallecimiento. Al contemplar silenciosamente estas tumbas, seguramente reflexionará sobre la historia duradera que se ha construido en este lugar.
Visitar un santuario es algo común, sin embargo, el santuario Enjou es un lugar misterioso y cerrado. Sin embargo, esta misma exclusividad puede ser el encanto de este santuario de monjas. Reflexionar en medio de la serenidad, estimulando la imaginación, también puede ser una experiencia interesante.
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