Higashio, un lugar sagrado desde la antigüedad que ha inspirado respeto en las personas. Reflexiona sobre sus orígenes y abre la puerta al mundo maravilloso creado por la madre naturaleza.
Un paisaje majestuoso de montañas rocosas que ha permanecido inmutable a través de los siglos. En medio del fluir pausado del tiempo, las plantas siguen respirando en silencio. Pon atención al aliento de la naturaleza.
El indiscutible protagonista de Higashio es el gigantesco árbol Gajumaru. Al extender sus raíces aéreas desde el tronco, te envuelve con su presencia amable, permitiéndote sentir el eterno ciclo de la vida.
Al sumergirte en la naturaleza, tu alma recupera la calma. Alejándote de las preocupaciones cotidianas, disfruta de un momento de serenidad.
Visitar Higashio despierta en ti un respeto por la naturaleza y transforma tu corazón en una experiencia indeleble. El inicio de este encuentro está en tu interior.