Esta magnífica estatua a caballo se encuentra en el tranquilo paisaje frente al Palacio Imperial de Tokio. Su protagonista es Kusunoki Masashige, un guerrero de finales de la era de Kamakura, conocido por su papel en la caída del shogunato de Kamakura. Sin embargo, la creación de esta estatua se remonta al periodo Meiji. Se trata de una obra maestra moderna creada por el renombrado artista de la época, Sueichiro Katakura, como parte de las celebraciones del 200 aniversario de la apertura de la mina de cobre Besshi, después de diez años de trabajo.
Esta estatua representa la valentía de Kusunoki Masashige recibiendo al Emperador Daigo en Hyogo. Desde su imponente postura de arquería hasta su expresión solemne y la tensión palpable en la forma del caballo, la estatua captura magistralmente la tensión de la era de los estados en guerra. Fijando la mirada, uno puede sentir el apasionado compromiso de derrocar al shogunato de Kamakura.
Este conmovedor encuentro en Tokio es verdaderamente una obra maestra que trasciende las épocas. Frente a la estatua de Kusunoki Masashige, donde se fusionan la habilidad del periodo Meiji y el espíritu de la era Heian, uno no puede dejar de embriagarse con la gloria del antiguo héroe. El orgullo de un hombre que dejó huella en la historia sigue latiendo en el corazón de la ciudad.
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