Esta cafetería tranquila en un callejón de la isla Miyako es un lugar escondido que es amado por locales y turistas. A pesar de tener solo unas pocas mesas en su pequeño interior, eso crea un ambiente acogedor.
El café que el dueño ha elaborado con detalle tiene un sabor y aroma distintivos. También puedes disfrutar de menús innovadores como gelatina de café. Los pasteles caseros y las galletas también son populares y recomendados como regalo.
Escuchar las voces animadas de los niños del vecindario en el interior y sentir la atmósfera arraigada en la comunidad. La amabilidad de la dueña también es maravillosa, cada visita ofrece un descubrimiento nuevo y una sensación reconfortante de comodidad.
Es recomendable evitar la cafetería justo después de la apertura, y en su lugar, visitarla a media tarde. Puedes experimentar un tiempo supremo disfrutando de la estrecha cafetería y el ambiente acogedor con una taza de alta calidad y postres para embriagarte con un tiempo supremo.
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