Un tranquilo callejón apartado del bullicio. Allí se encuentra un antiguo y encantador café que parece detenido en el tiempo. En el interior, aún se respira fuertemente el ambiente de la época de su apertura, con música clásica sonando suavemente.
Observar el ambiente de la cocina a través de la barra es como recordar la cocina de la abuela cuando salía de viaje. El maestro prepara el café con destreza mientras la amable sonrisa de la abuela irradia una atmósfera de cercanía y calidez tradicional. Disfrutar de una taza en este café, donde el tiempo transcurre con tranquilidad, es una experiencia especial.
Al hojear el menú, encontrarás platos como el napolitano y la tortilla, clásicos platos caseros de antaño. Con un sabor genuino que evoca la nostalgia, estos abundantes almuerzos reconfortantes se convierten rápidamente en deliciosas experiencias adictivas. El almuerzo de 900 yenes, que incluye café e helado, es una opción económica y atractiva.
Mientras las discretas conversaciones de los habituales flotan en el aire del café, el lugar muestra una presencia oasis con un toque especial, perfecto para leer un libro, contemplar a la gente y sumergirse en la tranquilidad. A poca distancia de la biblioteca, este café es un refugio perfecto para escapar y relajarse entre lecturas.
El café no solo ofrece comida y bebida, sino también el sabor de recuerdos memorables y nostálgicos. Este longevo café del callejón es, sin duda, un lugar maravilloso que merece la pena visitar para experimentar ese ambiente retro de gran valor.