El aliento de los dioses que trasciende el tiempo

El paisaje misterioso del monte Miwa ha cautivado el corazón de los japoneses desde tiempos inmemoriales. El santuario Ô-ka-mi, que representa todo el monte como su objeto divino, conserva la forma más antigua de adoración a los dioses que queda en Japón.

Disposición al visitar el santuario

Después de pasar por tres toriis solemnes, te encontrarás con el santuario brillante con un resplandor dorado. Es posible que te quedes sin palabras ante la atmósfera majestuosa que parece trascender el tiempo. En este santuario se respira el aliento de los antiguos dioses.

Agradecer el poderío de la naturaleza

El monte Miwa que se ve desde el santuario es la forma del dios guardián de esta tierra. Antiguamente, este era un lugar sagrado al que ni siquiera se permitía la entrada de la gente común. Incluso hoy, al subir al santuario, se requiere preparación mental y cuidado cuidadoso. Sin embargo, después de superar esa dificultad, deberías sentir un respeto profundo por el poderío de la naturaleza.

Disfrutar de los sabores locales

En la base de la montaña, puedes disfrutar de los sabores locales. El somen de Miwa tiene una textura suave y un buen mordisco. ¿Por qué no pruebas esta especialidad culinaria con un sentido de gratitud hacia los Grandes Dioses y experimentas un poco del misterio de la vida cotidiana de los antiguos japoneses?

Al visitar Miwa, deberías poder experimentar el profundo respeto que los japoneses solían sentir por los dioses. Abre tu corazón a la magnificencia de la naturaleza y experimenta la antigua adoración que todavía perdura hoy. Tal vez esa sea la verdadera alegría de visitar el santuario Ô-ka-mi.