lugar de culto • Koyasan, 高野町 Koya, Ito District, Wakayama 648-0211, Japón
El viaje al Monte Koya comienza al atravesar su enorme puerta principal, Daimon. Con una altura de 25.8 metros, esta grandiosa puerta parece ser la entrada a otro mundo. Las impresionantes estatuas de los Nio guardians situadas a ambos lados dan una solemne bienvenida a los visitantes. La vista desde Daimon es espectacular, pudiéndose ver el estrecho de Kitan y la isla Awaji en días despejados.
El Monte Koya fue abierto en el año 816 por el Gran Maestro Kobo Daishi Kukai y desde entonces ha atraído a muchos fieles como un gran sitio sagrado del budismo japonés. Todo el monte está lleno de templos, permitiendo sentir la profunda historia en cada rincón. Kongobu-ji y Konpon Daito son algunos de los muchos puntos de interés.
El centro del Monte Koya es el sagrado Okunoin, donde se encuentra el mausoleo del Gran Maestro Kobo Daishi. El camino hacia el Okunoin, rodeado por cedros, está envuelto en un silencio que parece detener el tiempo. Por la noche, el ambiente se vuelve aún más misterioso, ofreciendo una experiencia completamente diferente a la del día.
En Koyasan, puedes probar la cocina vegetariana budista. Basada en las enseñanzas budistas que prohíben el uso de productos de origen animal, esta cocina destaca por su profundo sabor que resalta los ingredientes naturales. Entre los alimentos originarios de Koyasan están el tofu de Koya y el sésamo tofu.
La mejor opción de hospedaje en el Monte Koya es alojarse en un templo (shukubo). Con actividades como las ceremonias matutinas y la caligrafía budista, se pueden vivir experiencias únicas que no se encuentran en los alojamientos convencionales. Pasar tiempo en completa tranquilidad es ideal para desconectarse del ajetreo diario y refrescarse.
Para llegar al Monte Koya, se tarda aproximadamente dos horas desde la estación de Namba en la línea Nankai Koya. Tomar el funicular facilita llegar a la cima de la montaña. Dado que está en una zona elevada, incluso en verano se siente fresco, pero en invierno hace mucho frío, así que es esencial tomar medidas para abrigarse.
El Monte Koya no es solo un destino turístico. Este lugar, con más de mil años de historia y fe, deja una profunda impresión en los corazones de quienes lo visitan. Alejarse del bullicio, reflexionar en la tranquilidad absoluta. Esa es la experiencia especial que ofrece el Monte Koya.