A pesar de su apariencia decadente, en la Posada Másuya permanecen vivos la nostalgia y los cálidos recuerdos. Este albergue de renombre, que ha superado el siglo de existencia, se encuentra en el centro de la ciudad de Sakata, protegiendo meticulosamente el encanto de la época Showa.
Al atravesar el umbral, se respira una elegancia que se percibe en la altura del techo y en los detalles de los baluartes. Estos elementos nos hacen sentir la dedicación que los albergues de antaño tenían por el diseño. Los sinuosos pasillos son reminiscencias de su época como alojamiento para viajeros. El encanto de este albergue radica en la experiencia de viajar en el tiempo, gracias a la antigüedad del edificio.
Los propietarios, que han estado al frente del negocio familiar durante muchos años, reciben a sus huéspedes con atenciones exquisitas. El desayuno casero de la propietaria permite saborear los manjares de Yamagata. Además, el baño cuenta con una llave, lo que permite disfrutar de un baño privado, algo único. La vida cotidiana de antaño parece revivir gracias a estas comodidades tradicionales.
A pesar de la presencia de numerosos bares y restaurantes en las cercanías, durante la noche no se escucha bullicio alguno desde las ventanas con doble acristalamiento. Este espacio tranquilo, forjado a lo largo de una historia de cambios tumultuosos, brinda una paz reconfortante al corazón.
Al visitar la Posada Másuya, sin duda experimentarás una memorables estancia envuelta en el agradable aroma de la era Showa. ¿Por qué no te acercas a descubrir el cálido encanto de este albergue que se acurruca silenciosamente en tu corazón?
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