Situado en la cumbre del Monte Atago, en el oeste de Kioto, a una altitud de 924 metros, se encuentra el Santuario Atago. Este santuario no es solo un lugar de oración. El camino hacia él es verdaderamente un peregrinaje que purifica el cuerpo y la mente.
La historia del Santuario Atago se remonta a la era Heian. Adorado como el dios de la prevención de incendios, ha sido reverenciado por la gente de Kioto. Ubicado en la cima de la montaña, su apariencia es la de un santuario en el cielo.
La visita al Santuario Atago no es solo una peregrinación. El empinado sendero de piedra y los caminos montañosos que parten de Kiyotaki son una verdadera práctica ascética. Una caminata de aproximadamente dos horas y media agota tu energía, pero purifica tu espíritu en igual medida.
En el sendero de montaña, puedes disfrutar de la belleza natural que cambia con las estaciones. El nuevo verdor de la primavera, la sombra fresca del verano, las hojas rojas del otoño y el paisaje nevado del invierno; cada estación ofrece un paisaje que calma el alma.
Al llegar a la cumbre, se despliega una vista panorámica de la ciudad de Kioto. En días despejados, incluso puedes ver la bahía de Osaka a lo lejos. Esta vista hace que olvides el agotamiento del ascenso.
En el sanctuario principal, se adopta una forma única de oración desde el interior del edificio. Los intrincados detalles y los adornos son impresionantes, envolviéndote en una atmósfera mística.
Después de la caminata descendente, se recomienda probar el famoso 'Atago Mochi' en una casa de té cercana. La combinación de mochi ligeramente dulce y kinako tostado es perfecta para un cuerpo cansado.
Visitar el Santuario Atago no es solo turismo. La desafiante caminata, la hermosa naturaleza y la atmósfera sagrada forman juntas lo que se llama un 'viaje que purifica el cuerpo y la mente'. Como un lugar escondido en las visitas turísticas de Kioto, te sugerimos que lo intentes al menos una vez.