Situada en la imponente cima de una gran montaña en la zona de la Isla de la Aventura, esta atracción eleva lentamente a los pasajeros hasta la cima, para luego acelerar repentinamente a una velocidad máxima de 75 km/h, proporcionando una experiencia incomparable al caer a toda velocidad.
El ascenso gradual que estimula el miedo a la altura, seguido por una aceleración sin precedentes que entumece los sentidos. Entregarse al vacío en la oscuridad absoluta y experimentar la euforia de rendirse a la gravedad son componentes de esta rara experiencia en la que se puede disfrutar al máximo el atractivo único de un parque de diversiones.
Cuando se visita el Resort Disneyland, se recomienda dirigirse directamente a esta atracción justo después de la apertura del parque. En la calma antes de que la multitud se apresure a otras atracciones populares, se puede deleitar plenamente en la emoción abrumadora.
Desde la extraña narrativa de una especie hasta los elementos místicos en la propia atracción, esta experiencia irreal nos transporta de la realidad a un mundo de ensueño. Dejémonos cautivar por los maravillosos mecanismos únicos de un parque de diversiones, enriquecidos con un toque de humor.
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