Shōgakuin, situado en Ibara, Okayama, es un templo con una larga historia como un templo del nivel preparatorio especial del Monte Koya de la escuela Shingon. Este templo, situado al final de una tranquila callejón, envuelve a sus visitantes en una atmósfera serena.
La mayor atracción de Shōgakuin es el impresionante pino que se extiende horizontalmente conocido como el "Pino de la Sombra Estrellada". Aunque este árbol es la segunda generación, su majestuosa presencia no se queda atrás en belleza comparado con su antecesor. Al pasear por los terrenos, se puede disfrutar de la singular atmósfera que tejen la naturaleza y la historia juntas.
En Shōgakuin, donde los hermanos sirven como los sacerdotes principales, uno puede escuchar sutras y goeika recitados con bellas voces resonantes. Especialmente durante las ceremonias religiosas, los goeika ofrecen una experiencia conmovedora que toca el corazón de muchos visitantes.
Las sesiones de caligrafía, que se llevan a cabo el día 9 de cada mes, ofrecen la valiosa oportunidad de enfrentarse a uno mismo. Además, también se ofrecen sellos del templo, escritos a mano cuidadosamente en el edificio principal. A través de estas experiencias, se puede pasar un tiempo de tranquilidad alejado de la vida cotidiana.
En el segundo piso de la sala anexa al edificio principal se encuentra un museo de historia, donde uno puede experimentar la historia de Shōgakuin y la cultura local. La sala, que también puede usarse para ceremonias religiosas para grupos de 20 a 30 personas, ofrece un vistazo de los aspectos modernos del templo.
En días despejados, puedes ver el mar de Seto desde el cementerio detrás del edificio principal. La vista desde este templo con historia ofrece una sensación única y conmovedora a los visitantes.
Shōgakuin está situado al final de un callejón un poco estrecho, por lo que se debe tener precaución al acceder en coche. Por favor, recuerda ser considerado con los residentes locales para mantener la tranquilidad del entorno.
Shōgakuin es un lugar especial donde se combina el valor histórico, la belleza natural y la experiencia religiosa que cura el alma. Para aquellos que buscan un tiempo para enfrentarse a sí mismos alejados de la conmoción diaria, Shōgakuin es el destino ideal. Asegúrate de descubrir por ti mismo el profundo atractivo que reside en la serenidad.