hito histórico • Chonai Matsushima, Miyagi District, Miyagi 981-0213, Japón
En el paisaje pintoresco de Matsushima se encuentra silenciosamente la Tumba de Hiyoku. Este lugar alberga una conmovedora historia de amor que se ha transmitido durante más de 300 años. La trágica historia de amor entre Tani, que vino a casarse desde Kisakata en Akita, y Kotarō, su prometido fallecido, sigue tocando los corazones de muchas personas a lo largo del tiempo.
Durante el período Genkō (1321-1324), Tani, hija de un comerciante en Kisakata, se comprometió con Kotarō, hijo del chambelán de Matsushima, y cruzó montañas para casarse. Sin embargo, al llegar, Kotarō ya había fallecido. Aunque el entorno sugirió regresar a casa, Tani decidió quedarse en Matsushima diciendo: “Habiendo hecho una promesa debido a un destino, soy la esposa de Kotarō y la nuera de la familia del chambelán”.
Tani cuidó con devoción a los padres de Kotarō, y más tarde ingresó al templo Enpukuji (actual templo Zuiganji), pasando el resto de su vida como la monja Guren. Sostuvo su vida vendiendo senbei rectangular en la puerta del templo, y este aún es conocido como “okōuren”. La integridad de la monja Guren, quien vivió hasta los 77 años manteniendo en su corazón a su esposo nunca conocido, aún es apreciada por muchos.
Aunque la Tumba de Hiyoku está abierta las 24 horas, se recomienda visitar junto con el templo Zuiganji y otros lugares turísticos cercanos. Las temporadas de flores de cerezo en primavera y de hojas de otoño son especialmente hermosas, y podrías sentir el mundo de los poemas japoneses que la monja Guren recitó.
La Tumba de Hiyoku es más que un simple sitio histórico. La historia de la monja Guren, descansando aquí, nos transmite la vida de una mujer que, a pesar de ser perseguida por el destino, mantuvo su convicción. Cuando visites Matsushima, ¿por qué no te detienes en esta pequeña tumba y reflexionas sobre el significado del amor eterno?