Alejándose del bullicio de la ciudad, puedes respirar lentamente en medio de la hermosa naturaleza. Aquí encontrarás un alojamiento que te brinda momentos lujosos. Desde la posada reformada de una casa antigua, se respira un ambiente encantador y una cálida atmósfera, llena de hospitalidad.
Otro atractivo es disfrutar de comida casera llena de sabor local. Con ingredientes cuidadosamente seleccionados, los platos recién hechos transmiten afecto, como si fueran para la familia. Las habitaciones son espacios sencillos pero limpios y tranquilos. Parece que podrás tener un sueño reparador de calidad para recuperarte del viaje.
El propietario de la posada tiene una personalidad humorística que anima las conversaciones. Además, desde la posada, podrás disfrutar de las impresionantes vistas del Gran Aire Libre. La vista de las montañas teñidas por el sol naciente es inolvidable y se convertirá en un recuerdo memorable.
Alejándote de la vida urbana, en esta posada donde el tiempo transcurre relajadamente, disfruta de un momento de felicidad que te hará olvidar la vida cotidiana.