Ubicada en el corazón del Parque Nacional de Nikkō, la Cascada Kegon continúa fascinando a los visitantes con su abrumadora presencia. El agua que fluye desde el lago Chūzenji, cae repentinamente desde un acantilado de 97 metros, es realmente una obra de arte creada por la naturaleza.
El encanto de la Cascada Kegon también está en el paisaje cambiante con cada estación.
Sea cual sea la estación en la que lo visites, quedarás encantado por su belleza.
Al descender unos 100 metros en el ascensor, llegarás a la plataforma de observación cerca del pozo. Desde aquí puedes experimentar de cerca el agua que cae con estruendo. La vista de la cascada, mientras es rociada por el agua, es realmente impresionante, es indescriptible con palabras.
La Cascada Kegon es un lugar que condensa la belleza y la fuerza de la naturaleza japonesa. Su impresionante presencia genera una profunda impresión y respeto en quienes la visitan. Cuando visites Nikkō, no dejes de verificar con tus propios ojos esta obra de arte natural. Sin duda, se convertirá en un recuerdo inolvidable.