El templo zen, fundado en 1450 por Hosokawa Katsumoto, un líder del shogunato Muromachi, es conocido mundialmente por su jardín seco de piedras. Su fama internacional se desató en 1975, cuando la Reina Isabel II visitó oficialmente el templo de Ryōan-ji y elogió su jardín. Este reconocimiento, junto con el auge del zen en aquella época, contribuyó a su popularidad global. Sin embargo, el período exacto de construcción del jardín, su autor y su intención siguen siendo un misterio, lo que ha dado lugar a diversas especulaciones. Además, el estanque Kyōyōchi en el recinto también es un punto destacado, con sus famosas flores de loto que alcanzan su esplendor entre mayo y julio.